Un Policia Bonaerense
Una Historia Verdadera
Libro llamado "Un Policia Bonaerense"
Este libro, quiere llegar a sus manos, para que de alguna manera se pueda comprender el accionar de un uniformado. Usted encontrara en sus paginas, la historia de sucesos que en algun momento impactaron al ciudadano comun. Hechos de gente sin sentido del razonamiento para destruir al otro. Casos que sucedieron en el conurbano bonaerense y en Cap. Federal donde el policia debe actuar con todos los sentidos bien despiertos y no desviarce del camino que lo conduce por la justicia del bien. Seguramente el hombre sera tentado por grandes catidades de dinero, y es alli donde se podra apreciar la verdadera vocacion del hombre que lucha por la justicia y no por el dinero sucio. Estos hombres existen hoy en la institucion, tambien estan los que ensucian este uniforme azul y dejan muy mal visto a todos los que lo llevan con orgullo y la frente bien alta. Hoy la inseguridad esta a la orden del dia porque les han atados las manos a nuestros uniformados. Los funcionarios que conducen a esta institucion estan comvencidos que la no represion es el punto ideal. Quizas esto tambien se puede apreciar en el libro "Un Policia Bonaerense" Casos de policias que se excedieron en la represion contra la delincuencia no fue muy bien recibido por los gobernantes de turnos. De todos modos miremos lo que hoy esta sucediendo en nuestro pais con la delincuencia sueltas en las calles sin que nadie controle nada. Aqui algunos casos.
Secuestros extorsivos
Secuestro extorsivo, ocurrido el 10 de Mayo de 1994
Ricardo Ospital fue secuestrado el 10 de Mayo de 1994 por la tarde, luego de que saliera de su local en Adrogue en su camioneta Ford F-100. En el juicio oral, el coronel Norberto Hugo Lopez dijo que fue el quien lo intercepto al empresario (que paro porque lo conocia) y luego lo mato.
La camioneta aparecio incendiada en un paraje de la ruta 58 en Canning, Provincia de Buenos Aires. La familia Ospital recibe un llamado en que le exigen el pago de 3.400.000 pesos por el rescate. Finalmente el rescate se baja a 300.000 pesos, pedro nunca se llegaron a entregar, al no aportar pruebas de vida. Los secuestradores cortaron el dialogo con la familia. Los Lopez son detenidos el 28 de junio de 1994. El coronel retirado, confeso el crimen y mostro el lugar de su campo en Cañuela donde lo habia enterrado al empresario. Marcelo Lopez reconocio haber ayudado a su padre a enterrar el cuerpo. Nego haber participado del secuestro y homicidio del empresario. Esto tambien lo puede leer en el libro "Un Policia Bonaerense"
La camioneta aparecio incendiada en un paraje de la ruta 58 en Canning, Provincia de Buenos Aires. La familia Ospital recibe un llamado en que le exigen el pago de 3.400.000 pesos por el rescate. Finalmente el rescate se baja a 300.000 pesos, pedro nunca se llegaron a entregar, al no aportar pruebas de vida. Los secuestradores cortaron el dialogo con la familia. Los Lopez son detenidos el 28 de junio de 1994. El coronel retirado, confeso el crimen y mostro el lugar de su campo en Cañuela donde lo habia enterrado al empresario. Marcelo Lopez reconocio haber ayudado a su padre a enterrar el cuerpo. Nego haber participado del secuestro y homicidio del empresario. Esto tambien lo puede leer en el libro "Un Policia Bonaerense"
El Final de un pistolero llamado Jorge el "Gato" Bonica
martes, 31 de julio de 2012
lunes, 12 de marzo de 2012
lunes, 6 de junio de 2011
"Un Policia Bonaerense" Yo soy “UN DETECTIVE de la BONAERENSE”, NO SOY PERFECTO SEGURAMENTE, LO SIENTO. Todos los humanos cometemos errores, yo he pagado por cada uno de ellos. De tanto caminar por las calles bonaerenses, he visto más de lo que tú nunca verás, más de lo que nadie debería ver nunca. He secuestrado armas de fuego, drogas, cuchillos y navajas, tumberas, bates y un sin fin de artilugios semejantes que podían haber resultado mortales para alguno de tus seres queridos o incluso para mi mismo, pero nunca lo sabrás porque estuve allí para evitarlo. He visto borrachos, drogados y conductores temerarios de todas las edades que hubieran sido peligrosos para cualquiera en las calles si yo no hubiera estado ahí para impedírselo otra seria la historia. En muchas ocasiones he puesto mi vida en riesgo con el tráfico de droga, y de los que también, casi nunca reduce la velocidad, y mucho menos se para a ofrecerte ayuda. He recogido cuerpos destrozados en las carreteras pero también te he ayudado a cambiar la rueda pinchada de tu coche. He estado en más peleas de las que puedo contar y en más catástrofes de accidentes de las que hubiera deseado conocer. Las llamas de un incendio han quemado mi piel y la sangre de una víctima, incluso de un compañero, han manchado mi uniforme demasiadas veces. He visto morir en mis brazos algún bebé otras veces delincuentes y también compañeros rompiéndose mi alma de impotencia. .He visto casi cada tipo de muerte que pueda existir y más de las que puedas imaginar. Debido a mis servicios, casi he muerto en varias ocasiones por las balas de delincuentes que no quisieron rendirse y he perdido amigos y colegas. He caminado ese largo paseo hasta la puerta para decirle a una madre, padre, esposa, hijo o familiar que su ser amado nunca volverá a casa. He aguantado la agonía verbal e incluso las amenazas de esa pobre gente que no puede aguantar su dolor y lo proyecta contra la primera persona que puede, el mensajero de la noticia. He visto el maltrato y la violencia entre personas que un día se prometieron amor, entre padres e hijos, entre hermanos y entre amigos. He visto los resultados de la droga y de la violencia en los mismos ojos de la muerte. He visto los actos más crueles y mezquinos del ser humano. He visto la enfermedad y la vejez, he ayudado a levantarse al caído y he socorrido al enfermo. He escuchado a ciudadanos y comerciantes que con derecho se quejan sobre la inseguridad ante tantos delincuentes sueltos. He escuchado los problemas familiares y del vecindario sufridos durante años, ahora espera que los policías lo solucionen en minutos. Si fallo en mi trabajo, o aún sin fallar, puedo ser fácilmente denunciado ante una justicia que no me ampara, poniendo en riesgo mi trabajo, mi familia y mi propia libertad. Puedo incluso perder mi vida, por una mala situación que puede requerir una decisión en pocos segundos que a un Juez le llevara años en tomar una decisión. He acudido a llamadas de “disparos, robos, violaciones, homicidios” y cualquier posible crimen que puedas nombrar o imaginar. He visto los ojos petrificado y vidrioso de un padre cuando la droga se ha llevado a su hijo. He visto crímenes con los que nunca soñarías y nunca verás en series ni películas de televisión. Como un compañero una vez me dijo: “Los policías viven los veinte peores minutos de las vidas de otros”. Puede que le haya pedido la documentación alguna vez a algunas personas que caminaban por las calles, mientras le indicaba que sacara las manos de los bolsillos. O haberlo sacado de su coche en plena noche mientras le indicaba que mantuviera las manos a la vista. Incluso haberle pedido que extendiera los brazos y haberle cacheado, todo ello sin motivo aparentemente despiadado para usted. Pero usted no ha sido apuñalado en un descuido por no cachear a un ciudadano aparentemente normal por no tomar medidas de seguridad, tampoco ha ido a visitar a un compañero que se ha quedado invalido al ser atropellado por un conductor que se dio a la fuga simplemente porque estaba ebrio. He sido insultado y menospreciado por ciudadanos simplemente por no aparecer en menos de 30 segundos cuando me han necesitado, a pesar de no haber podido acudir antes por estar estar socorriendo a otra persona que acababa de intentar suicidarse. He escuchado a amigos, vecinos y familiares cuando dicen “la Policía no hace nada” como “se quedaron con la droga” como “maltratamos y torturamos a los detenidos” o como “llegamos tarde a propósito”…He visto a mi esposa escatimar el pan, la comida y arañar los pocos pesos intentando sacar adelante a mis hijos con el sueldo de un policía. He visto a mis chicos aguantarse cuando se dieron cuenta de que no podía ir a sus actos escolares porque “Papá no tiene un horario normal”.He visto también a mis chicos llevar una carga que no deberían haber llevado, cuando uno de sus compañeros o amigos ha dicho que “Todos los policías son unos h… de p… y deberían estar muertos” He trabajado noches enteras, fines de semana y vacaciones, noche vieja, noches nuevas, navidad, cumpleaños, mientras tu estabas cómodo y seguro en tu casa con tu familia. Mi familia completa caminó sin mí demasiado tiempo… demasiado tiempo…He visto las caras de niños que estaban perdidos y que mis colegas y yo tuvimos el privilegio de devolverles a los brazos de su desesperada madre. He visto venir una niña al mundo traída con mis manos. He visto heridas con hemorragias que he sido capaz de parar, He visto rostros pálidos y amarillentos por el miedo, a los que he sido capaz de dar una segunda oportunidad para volver a empezar, he visto a los autores de los crímenes de mis camaradas y he sido capas de protegerlos para que otro no los maten. Tengo grabadas en mi mente las caras de las personas cuyas vidas mis compañeros y yo salvamos y de los que no pudimos salvar Sí, tengo historias de éxito… y de fracasos. Tengo noches en las que no puedo dormir, simplemente porque veo las caras de los que no pude ayudar, porque no llegue a tiempo o simplemente porque pienso en un “y sí hubiera hecho tal…” para cada caso en que fracasé. Y si usted nunca ve una milésima parte de esto, es porque la Policía ha hecho su trabajo…Si cometo el más mínimo fallo lo pagaré dos veces y aún así me pondré mi uniforme, mi arma y mi placa y saldré de nuevo. Porque YO SOY “UN DETECTIVE DE LA BONAERENSE”
viernes, 5 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
domingo, 31 de octubre de 2010
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